Adolescentes mayas, la esperanza del Maya Pax

Surgida al calor de los conflictos entre blancos y mestizos, la Maya Pax lucha por mantenerse viva en Quintana Roo: Jorge, Gael y Andy conforman uno de los bastiones en esta lucha.

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Adolescentes mayas, la esperanza del Maya Pax. (Foto: Jesús Caamal)
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Jorge está sentado en un tronco de madera seca que le sirve de taburete. Con una gran sonrisa, un violín en la mano izquierda y el arco en la derecha, se prepara para deleitarnos con Maya Pax, música de dioses… con música de guerra.

Coloca el violín cerca del pecho izquierdo, inclina la cabeza y con la mirada fija en sus dedos presiona las cuerdas. Con su otra mano sujeta el arco, lo acerca al violín y suavemente comienza a frotar.

El movimiento de manos y dedos, con cambios y aceleraciones, comienza a emitir un vibrante sonido que rápidamente impacta en la atención de un grupo de niños. Levanta la mirada y ríe de satisfacción. Otra vez se fija en sus dedos y continúa. A sus 13 años es todo un músico experto.

A su lado, sentado en otro tronco, está Gael. Él parece más nervioso. Con un año menos que Jorge, él tiene entre sus manos dos baquetas -algo deterioradas de tanto uso-. Las toma y las coloca frente a una tarola -un tambor horizontal poco profundo-.

Tira la cabeza hacia atrás -no quiere que lo vean- y se concentra en su papel. Golpe tras golpe, poco a poco sus sonidos consiguen hacer sincronía con el violín.

Andy, también de 13 años, los mira detenidamente. Con la espalda encorvada sobre su asiento rústico –pero cómodo- espera el momento exacto para participar en la escena.

Con una pierna mantiene firme el bombo -tambor grande con cilindro de madera- mientras que su mano izquierda alista una baqueta y comienza a golpear el parche de cuero al ritmo del violín y la tarola.

Jorge, Gael y Andy se alistan para hacer una demostración de la música tradicional maya. El primero tiene un violín, el segundo una tarola y el tercero está preparado con el bombo.

En esta fresca mañana, el domo de una comunidad maya en el municipio de Felipe Carrillo Puerto es sede de un concierto exclusivo para ocho niños y cinco señoras que se han reunido para deleitarse de melodías de la música instrumental maya, como el “chik'ich” -un microscópico ácaro muy común en la selva de Quintana Roo- y el “péepem” -mariposa en español-.

Los artistas son Gael Adrián Chan Chan, Jorge Lenín Cruz Chuc y Andy Manuel Chan Canul, habitantes de Uh May, un pueblo enclavado en el corazón de la zona maya de Quintana Roo. Aunque se encuentra justo sobre la carretera federal que atraviesa al estado de norte a sur, muy poca gente se detiene en este lugar situado a cientos de kilómetros de ciudades turísticas como Cancún, Playa del Carmen o Chetumal, la capital.

Un grupo niñas y niños de la comunidad de Uh May bailan al son de la música Maya Pax. (Foto: Jesús Caamal)

Los tres adolescentes, junto con otros 16 grupos diseminados en la zona centro, representan el último bastión para la preservación de la Maya Pax, música sagrada para los mayas actuales, surgida al calor de los enfrentamientos bélicos de blancos y mestizos contra los mayas.

Las miradas de Mirna Chan Petatillo, Gabriela Chuc Vázquez y Mirna Canul Chuc no se apartan de los chicos. Están orgullosas de sus hijos. Con la mano se cubren la boca para ocultar las sonrisas. Lo hacen porque el sonido de los tres instrumentos empieza a surtir efecto en ellas. Por momentos no pueden controlar ni disimular el movimiento de sus pies.

-Quiero hacer lo que ellos hacen- dice en voz alta, Manuelito, un niño de siete años que llegó guiado por la curiosidad.

“La mayoría de las personas que conforman esos grupos rondan entre los 30 a 50 años. Algunos de los que lo practicaban han muerto pero han dejado su legado”, dice Irma Kauil, directora de la radio indigenista XHNKA “La voz del Gran Pueblo” del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI).

Vigilada por un Consejo Ciudadano, la estación presta especial atención a los contenidos musicales. La Maya Pax es ingrediente esencial en la barra de programación. Solo semanas después de la entrevista, la misma estación daba a conocer el fallecimiento de Eusebio Pat, fundador de otro grupo en la comunidad de Laguna Kaná, también en Felipe Carrillo Puerto. Murió a los 91 años de edad. Durante más de 70 años llevó esta música tradicional a más comunidades de la región.

Quieren que la Maya Pax prevalezca por más generaciones

Desde que los tres adolescentes llegaron esta mañana al domo, Florentina Can Chi, de 62 años de edad, ha permanecido a su lado. Con la mirada les lanza ánimos. Está consciente de que son prácticamente niños y estar frente a más personas los pone tensos. Se frota las manos por los nervios, pero después de unos segundos de música, se da cuenta que no hay de qué preocuparse.

“Yo no sé de estructuras musicales, composiciones, acordes. Ellos lo han aprendido escuchando, viendo a través de los maestros que han tenido. Sólo sé que hacen la música de los dioses”, platica la abuela de Jorge, quien se encarga de promover, hacer enlaces y buscar apoyos.

Jorge, Gael y Andy, son adolescentes como cualquier otro de la ciudad. La diferencia es que disfrutan de ir a la milpa. También van a la escuela, salen a la cancha y al domo a jugar con sus amigos, pero han colocado entre una de sus prioridades ensayar y seguir aprendiendo Maya Pax.

Con dos hermanitos, Jorge es el más grande de su familia. Se siente orgulloso de haber aprendido a tocar el violín. Su sueño es que sus hermanos menores en un futuro también se interesen en la música.

El sonido del violín, a cargo de Jorge, es el que abre la pieza musical. (Foto: Jesús Caamal)

 

“Mis hermanitos son de siete y cinco años. El más chico, siempre que estamos ensayando, lo llevo porque he visto que le gusta, hasta el bombo empieza a golpear”

Desde pequeño ha acompañado a su abuela a todas las vaquerías que se hacen en las iglesias de otros pueblos –encabezadas por sacerdotes tradicionales-. Le gusta ver cómo tocan los grupos de Maya Pax, integrados por personas de mayor edad.

“Mis hermanitos son de siete y cinco años. El más chico, siempre que estamos ensayando, lo llevo porque he visto que le gusta, hasta el bombo empieza a golpear”, platica en español para después coordinarse en lengua maya con sus compañeros.

Gael dice que tiene dos hermanos y una hermanita. Él es el penúltimo. “A los otros casi nos los veo, ellos trabajan en la Riviera Maya en los hoteles. La más chica está con nosotros en la casa. De todos ellos, sólo yo aprendí a tocar un instrumento y me siento orgulloso por eso”.

Gael es el más chico de los tres integrantes del grupo musical y es el encargado de tocar la tarola. (Foto: Jesús Caamal)

 

“A los otros casi nos los veo, ellos trabajan en la Riviera Maya en los hoteles. La más chica está con nosotros en la casa. De todos ellos, sólo yo aprendí a tocar un instrumento y me siento orgulloso por eso”

Al igual que sus compañeros, Andy es el único músico en su familia. Él es como el hermano de en medio, de un total de siete hijos.

Fue en 2019, cuando doña Florentina inició con la conformación de tres grupos en la pequeña localidad.

Mientras Jorge, acompañaba a su abuela a todas las vaquerías y ceremonias mayas, Gael y Andy se dedicaban a la escuela durante las mañanas, mientras que en las tardes ayudaban a sus padres en las labores del campo. A su agenda sumaron los ensayos para entonar el ritmo de la Maya Pax a invitación de doña Florentina.

“No sé que vaya a pasar en un futuro, pero lo que sé es que me gusta lo que hago”, cuenta Andy como si recitara un discurso.

Andy está concentrado en el bombo para darle al Maya Pax un sonido grave y poderoso. (Foto: Jesús Caamal)

A tres años del arranque del proyecto, en este 2022, solo quedan los tres adolescentes que sueñan con ser reconocidos como los mejores músicos tradicionales.

Desde sus inicios, se han presentado en fiestas del pueblo, han acudido al centro ceremonial maya de Chancah Veracruz, a la Cruz Parlante en la ciudad de Felipe Carrillo Puerto, además de otros lugares de la región.

Estuvieron a punto de presentarse en el pabellón turístico México–Colombia que se realizó en julio del 2021 en Bogotá, pero enfrentaron varios contratiempos en el trámite de los documentos.

En este año esperan participar en el IV Pabellón Cultural y Turístico México-Francia 2022, que se realizará del 6 al 13 de agosto en ese país europeo.

Con un triciclo los adolescentes se apoyan para transportar sus instrumentos, aunque la mayoría de las ocasiones sirve para trasladarse a la milpa o a buscar leña. (Foto: Jesús Caamal)

Orígenes de la Maya Pax

“La música es sagrada y está dedicada a los dioses mayas. Es una herencia de los antepasados, una imagen de nuestra cultura. No debemos dejarla caer”, dice Edilberto Chablé Catzín, de la comunidad de Kampocolché y juez tradicional del Centro Ceremonial “Cruz Parlante”, en la cabecera municipal, mejor conocido por los pobladores originarios como Noj Kaj Chan Santa Cruz X-Balam Naj Kampocolché.

Él tiene 53 años de edad y afirma, con orgullo, que hasta el sol de hoy preserva las tradiciones que sus padres y abuelos le han inculcado desde niño. Ahora las defiende como uno de los máximos representantes en la organización religiosa-militar de los mayas.

Señala que al igual que los rezos, la música Maya Pax es mucho más que solo un elemento de las ceremonias religiosas: es un vínculo, entre lo celestial y lo terrenal.

“Es sabiduría y tranquilidad. Por eso debemos inculcársela a nuestros hijos”.

Maya Pax es un término que identifica a la música, los instrumentos y la danza en los rituales de los centros ceremoniales mayas y demás comunidades en los municipios de Felipe Carrillo Puerto y Tulum.

Está conformada por el violín, la tarola y el bombo, diferenciándola de las orquestas jaraneras yucatecas que utilizan saxofones, trompetas, trombón, tarola, bombo y timbales.

“La forma musical (del Maya Pax) es también distinta: binaria entre los macehuales, con un breve puente que divide la extensión del son y el baile en tres o más secciones o “vueltas”, así lo define el Etnomusicólogo Thomas Stanford en una de sus investigaciones.

Para Marcelo Jiménez Santos, director de Culturas Populares en Felipe Carrillo Puerto, el movimiento bélico que se dio entre 1847 y 1901 fue uno de los precursores de estos rituales musicales y dancísticos que fortalecieron las creencias religiosas de los mayas.

Afirma que la música Maya Pax sigue viva pero se necesita de reconocimiento y acciones de salvaguarda (identificación, documentación, promoción, revitalización, transmisión y difusión en diferentes escenarios).

“Ha sido muy escasa la recreación de esta manifestación musical por el corte generacional y migración de los jóvenes al polo de desarrollo turístico en donde adquieren o se interesan en otras manifestaciones de la actual cultura de consumo y mercado global”, señala.

Actualmente, en las comunidades mayas, esta música se puede escuchar dentro de iglesias improvisadas donde se ofrenda comida y bebida durante celebraciones. Un ejemplo son los festejos de la Santa Cruz, que se realiza en los meses de mayo.

En 2018, el Congreso de Quintana Roo emitió un decreto que cataloga a la Maya Pax como patrimonio cultural inmaterial del estado. A cuatro años, algunos promotores consideran que esta manifestación cultural sigue sin acciones de preservación ni espacios de promoción que fomenten su reconocimiento.

(Con información de Jesús Caamal y Benjamín Pat)

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